lunes, 25 de marzo de 2019

HISTORIAS DE COLMENA TRAZIOR "EL FANTASMA DE LA MÁQUINA"

Fecha estelar 20192503 - Epsilon Theta

" Ha perdido de nuevo. ¿Desea jugar otra partida?.

La voz mecánica, hueca y sin inflexiones de la máquina resonó desde su altavoz cromado en los oídos de Nathan. Era perfecta, infalible, inmutable en su mente de silicio y plastiacero. Por eso estaba de tan mal humor. Algo no iba bien.

Rick y Poncho, dos de los miembros más veteranos de la banda Tech conocida como 3'141, miraban preocupados a su lider. Nathan era un buen lider, duro como el adamantio de su ciber-brazo y calmado como una máquina bajo el fuego más intenso del combate. No entendían el por qué de la obsesión que le atormentaba. Jugaba y jugaba partida tras partida de regicida contra la pantalla controlada por un primitivo espíritu máquina cuyos componentes orgánicos estaban envasados en un frasco al lado de la consola de la pantalla, suspendidos en una solución verdosa. Siempre perdía, lo cual es lógico, al fin y al cabo, los espiritus máquina son infalibles. Cerebros humanos sin el problema de los sentimientos, pura matemática, un avatar perfecto del Omnissiah. Ellos suponían que era algún tipo de experimento, o una forma de perfeccionar su juego, pero la obsesión de su líder y su expresión al jugar, les daba escalofríos.


El grupo de combate y autoprotección 3'141 se había formado por el carisma de Nathan. El era quien había reunido a todos sus miembros personalmente, buscando a los más inconformistas de entre los Tech de Colmena Trazior. Se decía que Nathan era un hábil programador de cogitadores, uno de los mejores, de hecho, al servicio de los clanes nobles de la Espira. Pero algún hecho oscuro, algún tipo de traición, le hizo caer en desgracia, y por ello se convirtió en un forajido que tomó el camino de las armas.

La banda estaba bien provista, gracias a los contactos que Nathan tenía con el gremio de comerciantes, por lo que contaban con los mejores rifles láser de fabricación necromundana, auténticos fusiles NPLG con una potencia de 150 megatules, capaces de disparar tiro a tiro, o en fuego automático una ráfaga de abrasadora muerte. También contaban con implantes biónicos de alto rendimiento, como el brazo de Nathan, y por supuesto, su fiel bolter modelo Godwyn, muy modificado, con el que convertía a sus enemigos en pulpa.



Los 3'141 decían llamarse así porque su nombre, según Nathan, significaba el infinito. Nathan era un idealista, que pensaba que los tecnócratas y la ciencia deberían gobernar a las masas, y no las locuras de la herencia genética, tan aleatoria como una pelea de rátidos, o las supersticiones. Creía en el emperador y en el imperio, es sólo que pensaba que los recursos del Imperium se estaban desperdiciando. Algunos de los miembros de 3'141, como Rick pensaban que Nathan había sido un alumno de los tecnosacerdotes de marte, pero que estos, asustados de su potencial, lo habían echado. Nathan tenía otro motivo para haber elegido ese número para nombrar a su banda, pero no lo compartía con el resto. Era lo que los antiguos matemagos llamaban "número irracional", un error que acecha a la ciencia como un desgarrón en el inmaterium acecha a la realidad.

En realidad nadie sabía nada con certeza, pero Nathan era un líder fiero y capaz, y sin duda iba a convertir a los 3'141 en la banda mas temida de Colmena Trazior. ¿Qué importaba que tuviera un secreto?, ¿ qué importaba cual fuera ese secreto?. Mientras todo fuera bien, y los créditos llegaran, nada de eso era importante.


Esa noche, mientras los demás miembros de la banda discutían detalles sobre los términos del último contrato del gremio que habían aceptado, Nathan volvió a sentarse delante de la pantalla para jugar una vez más a regicida. La partida fué interesante, feroz incluso, apasionada, y finalmente, Nathan fué recompensado con la hueca voz de la máquina a través del vocooperador. "Ha ganado, ¿desea jugar otra partida?". Había una nota de furia mecánica, casi imperceptible, posiblemente solo una alucinación, pero Nathan la había notado, y sonrió. Rápidamente miró en derredor, y cuando supo que nadie le observaba, borró el registro de su victoria (el tercero en estos 2 meses), y sutilmente volvió a conectar la clavija del componente orgánico del cogitador, que había estado, todo este tiempo, colgando inerte de su vasija.



"Abominable, dijeron...Tecnohereje, me llamaron"- Pensó Nathan.

"Esos imbéciles ciegos vestidos de rojo no saben lo que dicen... Pero tú sí, ¿verdad? (una fría luz verde parpadeó en la consola). Tú si.... y sonrió."

Pensamiento del día: -"Sólo los locos prosperan"-


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