domingo, 24 de marzo de 2019

HISTORIAS DE COLMENA TRAZIOR "POR UN PUÑADO DE CRÉDITOS"


Fecha estelar 20192403 - Epsilon Delta

" Sólo hay dos cosas en éste mundo, miedo y polvo.

El mundo de Logan es un planeta árido, casi desprovisto de toda humedad, achicharrado bajo el fuego de sus dos soles binarios. Nadie sabía quien era Logan, o como había acabado colonizando ésta roca seca perdida en mitad del Segmentum Obscurus, casi dentro del Ojo del Terror. Pero estaba claro que era un tipo duro, y un superviviente, o ni lo habría intentado. Quizás por eso, el mundo de Logan estaba habitado tan solo por duros supervivientes.

Moreno estaba sentado en la Cantina de Helsreach, el principal asentamiento "civilizado" de este mundo infernal. Mientras sorbía con desinterés su magra ración de agua. A su alrededor estaban los miembros de su grupo de mercenarios, con sus pinturas de guerra blancas cruzándoles la cara a la altura de los ojos. En el bar, todos los demás les cedían sitio. Mineros de prometio disfrutando de su permiso, traficantes de agua buscando clientes, punkies famélicos de Helsreach. Incluso esos apestosos alienígenas orcos esclavistas. La fama del grupo de Moreno, los "Cyclo Boys" era bien merecida. Se habían ganado a pulso su fama luchando contra los bandidos de las colinas del mundo de Logan en salvajes tiroteos para proteger los Hoverbuses que traían el mineral al espacio puerto de Helsreach. Todos ellos provenían de una antigua unidad de la guardia imperial nativa del Sector Loki, hecho que se reflejaba en su tez mas oscura, y sus acentos ásperos. Sus nombres reflejaban este hecho. Moreno, Elvira, Canario, Cerezo.... Nombres exóticos en este mundo de Logan, y en muchos otros.


Entonces llegó el tipo. Era flaco y paliducho, de aspecto enfermizo y con unas pesadas gafas de sol. No parecía acostumbrado ni a la temperatura, ni desde luego al sol. Pero sus ropas eran lujosas en extremo, y gastaba dinero con largueza. El tipo, en el que Moreno empezó a pensar como "El rátido", por sus dientes prominentes, les habló de un encargo que podrían hacer para él en otro mundo. Un asunto turbio de protección. Les habló de su planeta, un oscuro agujero en el Segmentum Solar, uno de esos abarrotados mundos colmena llenos de afeminados adictos a la obscura. Moreno fingió desinterés, hasta que habló de dinero. Más dinero del que había oído hablar nunca.


Las semanas en el espacio disforme eran aburridas, pero el y sus hombres aprovecharon para entrenar sus letales habilidades de combate. El "ratido" se ponía nervioso cuanto más se acercaban a su planeta natal, y parloteaba sin cesar sobre vendettas, asuntos que tratar y cuentas que saldar. 


Por fin desembarcaron en el espacio-puerto de la cúspide de Colmena Primus. Un mundo infecto, cubierto de nubes tóxicas de las que solo sobresalían las puntas de sus colmenas. El rátido estaba henchido de orgullo y satisfacción, su venganza se acercaba.

Mientras Moreno y sus hombres recogían su equipo del hangar, el rátido saludó a un conocido, uno de sus familiares, según él. Lo siguiente que Moreno vió fué como empezaron a surgir hombres con armaduras negras de todas partes, armados con potentes escopetas de combate. ¡Arbiteeees, a cubierto!-gritó. La cabeza del "rátido" se convirtió en un geyser de sangre cuando un potente rifle de francotirador se la arrancó de cuajo de un preciso disparo. Y se produjo el caos. Los hombres de Moreno, disciplinados, devolvieron el fuego de forma salvaje contra los arbites, y aunque tuvieron muchas pérdidas, un pequeño grupo de aproximadamente 15 de ellos consiguieron escapar, no sin grandes dificultades.


Moreno consiguió, mediante una hábil mezcla de intimidación y sobornos, escapar de la Colmena Primus junto a sus hombres, pero los créditos se terminaron cuando llegaron a la Colmena Trazior. Desprovistos de patron, y sin dinero, Moreno empezó a aceptar contratos de los comerciantes del gremio, como mercenarios, y a hacerse un nombre en la Colmena a sangre y fuego. Pronto estos "rátidos" iban a saber lo que son hombres de verdad. Pronto iban a temer el nombre de los "Cyclo boys".


Moreno despertó de su ensoñación producida por la Obscura, fumada en pipa de agua, en la casa de apuestas de peleas de Arañas que regentaba su banda. Bolu y Elvira hacían un pulso sobre una desvencijada mesa, mientras Canario y Cerezo trasegaban una botella de "Segundo mejor" a tragos largos. Les había contactado un Comerciante del gremio con una jugosa oferta, y por ello, una vez más, los Cyclo Boys se iban a jugar la vida por un puñado de créditos."

Pensamiento del día -"Bebe hondo de la copa de la victoria, y recuerda a los caídos"- 

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